26 may 2009

EL MEJOR EQUIPO


(Dedicado a todos los que formamos parte de aquel glorioso 2007 allá por la 228)

No se porque, pero en estos días me estoy acordando mas, no es que nunca me acuerde, pero últimamente se me vienen los recuerdos de aquellos días felices a cada rato. Debe ser porque ahora, en enero, hace un año que el equipo se disolvió definitivamente, no es que no existe mas, de hecho yo sigo, pero cuando te faltan los compañeros, los que mas te entendían, los equipos ya no son iguales, se llaman igual, tienen los mismos colores, pero son otros.
Te la cuento del principio para que la entiendas. Yo estaba retirado, o casi, estaba igual, pero al lado de los dirigentes, haciendo una especie de control, con uno de esos cargos que lo único que tenes que hacer es aguantar las giladas de los que mandan y tratar de pasar el tiempo. La cosa que un día los dirigentes se volvieron locos y desmantelaron el plantel, así nomás, de un día para el otro echaron medio equipo, y un par se fueron solos porque no aguantaban más la situación, eran días dificilísimos.
Entonces empezaron las contrataciones, porque de los antiguos solo quedaban Juan, Damián y German, además de algunos del montón. Los primeros en llegar fueron el Tapa y Gabriel, no recuerdo quién llego primero pero fue casi al mismo tiempo. El Tapa llego con un bolsito cruzado y una facha que parecía un doctor, y Gaby, bueno, apareció en una bici que debería ser de las primeras de la historia, como esas que muestran en las fotos de los Billiquen, con las ruedas gigantes ¿viste?. Mas tarde llego Pepe y al toque se sumó Diego, que le costó entrar en el equipo pero después se acopló bárbaro.
Yo, ya empezaba a ver las cosas de otro modo y te digo la verdad, me entraron unas ganas locas de volver, porque veía como jugaban, les salía redonda, se les daban todas a los guachos, y yo me estaba quedando afuera.
La cosa es que se fue Juan, vino el Rama y yo seguía con los dirigentes preparando, de callado, mi vuelta. Por suerte, para mi, Ramiro se rajó, así que los encaré y les pedí el puesto bacante, me lo dieron y ese fue el génesis, el comienzo del mejor equipo que formé.
Pepe la traía, Damián y yo la aguantábamos por afuera y el Gaby definía, a veces se sumaba Dieguito y éramos imparables, éramos la naranja mecánica, el River del Bambino, el Independiente de Pastoriza, el Boca de Bianchi, no se, un equipazo.
Cuando se fue Damián, Diego pasó a su lugar y el equipo seguía repartiendo alegrías, desbordando lujos, inmortalizando jugadas, como el “2-1” que le hicimos a Zubherbuler con el Turco o “La escondida” del Gaby el día de los torneos bonaerenses.
Con el que mejor me entendí fue con Gabriel, primero me costó entrar en el equipo, y era lógico, pero cuando nos empezamos a conocer, cuando cada uno sabía para qué lado pateaba el otro, la historia fue otra. Con Gaby nos entendíamos sin mirarnos, sabíamos lo que haría el otro y ahí estábamos, creando, inventando, éramos Bertoni y el Bocha, Guillermo y Palermo, Maradona dejándolo solo al Canni contra los brasileros, fue la mejor dupla que formé en mi vida, te lo juro.
Pero como todo lo bueno dura poco, a principios de enero, cuando ya nos preparábamos para una temporada histórica, el Gaby se peleó con los dirigentes y lo rajaron, así nomás como te la cuento, lo rajaron, y todo se desmoronó.
Mas tarde se fue Diego y del gran equipo solo quedamos Pepe y yo, aguantando otra temporada, que como de costumbre viene a los tumbos, peleando abajo, haciendo mil piruetas para lograr una jugada creativa, porque los nuevos no son lo mismo, no te digo que sean malos, no, pero no te tiran un centro a la cabeza ni locos, entonces vos tenes que bajar a buscarla, hacer la jugada y definir, y todo eso te cansa, encima hay que aguantar a los dirigentes y sus ideales inentendibles de cómo salvar la institución.
A mi ya me queda poca cuerda en el equipo, pero lo único que te digo es que nunca, pero nunca en mi vida me entendí con alguien tan bien como con el Gaby, porque dirán lo que dirán, que era renegado, contestador, un poco vago, pero con Gabriel, con Gabriel era otra cosa.


Nota:Yo se que ustedes me entienden, los demas, que se lo imaginen.

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